AQUÍ UNA HERMOSA ORACIÓN DEL REY DAVID QUE NOS ENSEÑA EN COMO ACERCARNOS EN ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR DIOS, DISFRUTEMOSLA Y DE FORMA HUMILDE DÉMOSLE LA GLORIA.
Rey David del Salmo 86:11-13:
"Enséñame tu camino, Señor,
para que pueda confiar en tu fidelidad;
dame un corazón indiviso,
para que tema tu nombre.
Te alabaré, Señor mi Dios, con todo mi corazón;
Glorificaré tu nombre para siempre.
Porque grande es tu amor para conmigo;
me has librado de lo más profundo,
del reino de los muertos".
Esta oración expresa bellamente un deseo sincero de conocer y seguir los caminos de Dios, de tener una lealtad inquebrantable hacia Él y de alabar y glorificar Su nombre. Oremos:
"Dios misericordioso y amoroso, vengo ante ti con un corazón humilde, buscando tu guía, sabiduría y comprensión. Señor, enséñame tus caminos y ayúdame a confiar en tu fidelidad inquebrantable. Concédeme un corazón íntegro para que pueda venerar y temer tu santo nombre.
Te alabo, Señor mi Dios, desde lo más profundo de mi ser, con todo lo que soy. Engrandeceré tu nombre y proclamaré tu gloria para siempre. En tu abundante amor, me has rescatado de las tinieblas y me has llevado a la luz de tu salvación.
Señor, te pido que sigas siendo mi guía y protector, llevándome por el camino de la justicia. Ayúdame a confiar en tu palabra ya caminar en obediencia a tus mandamientos. Que siempre busque tu sabiduría y viva de una manera que honre tu nombre.
En el nombre de Jesús, Oramos. Amén."
Que esta oración sirva como punto de partida en tu búsqueda de una conexión más profunda con Dios. Recuerde, la oración es una conversación con nuestro Padre Celestial, y Él escucha ansiosamente nuestros corazones. Sientase libre de expresar sus pensamientos, esperanzas y preocupaciones ante Él en cualquier momento.
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